Mitología en relación con la religión

Se puede decir, sin temor a equivocarnos, que la cultura clásica está infravalorada a día de hoy, pero seamos conscientes o no, la verdad es que está presente en todo lo que nos rodea; la astronomía, el calendario, la botánica, la medicina, el lenguaje, la música, la psiquiatría, la química etc.…, incluso en la Biblia. Precisamente en nuestro Libro Sagrado muchos hechos intentan hacer llegar el mismo mensaje que la mitología diferenciándose, principalmente en los personajes y simbologías.

Ya en la historia de Adán y Eva (Génesis,3-1) aparece el tema del mal en el mundo causado por la, supuesta, debilidad de la mujer en todos sus ámbitos. Esta misma problemática se plantea en la mitología griega donde se nos habla de Pandora, la mujer que, por culpa de su incansable curiosidad, provocó que se destapara la caja donde estaban todos los males introduciendo, por vez primera,  el Mal en el mundo.

También el tema del Diluvio Universa,l que aparece en la Biblia mediante la figura de Noé (Génesis,6-5), lo encontramos en la mitología relacionado con la leyenda de Deucalión y Pirra. Esta leyenda cuenta que Zeus quiso destruir a los hombres en la Edad de Bronce por viciosos y, para ello, envió un gran diluvio, de este modo todos morirían ahogados. Solo preservó a dos humanos, los únicos que a los que consideró justos: Deucalión y Pirra (su esposa).

La cuestión del Árbol de la Ciencia del Bien y el Mal que aparece en la Biblia (Génesis.2,8-18) en el jardín del Edén y cuyo fruto, al comerlo, ocasiona la expulsión del hombre, Adán y Eva, de dicho Jardín, se puede relacionar con el Mito de las Manzanas de Oro. Estas, situadas en el Jardín de las Hespérides, fueron regaladas por Gea a Hera y Zeus. Se da la circunstancia de que en ambas historias el árbol estaba custodiado por una serpiente, símbolo de la tentación y del pecado.

Otro nexo de unión entre ambas cosmovisiones es la idea de un animal sustituyendo a un humano. Esta aparece en La Biblia, con el relato de Isaac sacrificado por su padre Abraham y, finalmente, sustituido por un cordero (Génesis,22,1-19). La mitología griega, por su parte, nos cuenta la historia de Ifigenia que iba a ser sacrificada por Agamenón, su padre, pero en el último momento fue sustituida por una cuerva.

Hay muchas más historias que intentan transmitir el mismo mensaje, incluso hay similitudes en las iconografías mitológicas y las judeo-cristianas como, por ejemplo, la representación de Dios, inspirada por la escultura de Zeus del templo de Olimpia o la representación de los ángeles del Antiguo y Nuevo testamento con una total similitud con las divinidades antropomórficas aladas; Eros, Nike, los Vientos…

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