Querida futura persona

 

Querida futura persona:

 

Te escribo estas líneas, para intentar contarte  lo que te vas a
encontrar ahí fuera, los problemas que vas a tener que afrontar, el apoyo que vas a necesitar. Te lo podría explicar de muy diversas formas, pero voy a
hacerlo de una que te quede claro, mediante este cuento.

“Érase una vez un niño nacido en una casa humilde que tenía como ejemplo a
unos padres que luchaban día a día para darle un futuro a sus hijos transmitiendo unas virtudes. Este niño fue creciendo con esos valores, con una humildad arraigada en su personalidad.

Se esforzaba por ayudar a sus padres, pero ese deseo de ayuda iba decreciendo conforme
le llegaba la adolescencia. Notaba que era cada vez más fácil pasar de sus
obligaciones, llegando a ser un adolescente que no ve más allá de sí mismo, algo que se ve de lejos a las puertas de cualquier instituto.

En un época donde todo cada vez cuesta más, ve que hay chicos que son mejores que él, que aunque tenga un sueño, éste se auto limita. Cree que no va a poder, los años van pasando y contempla cómo se acerca ya  la mayoría de edad y acaba deambulando por unos pasillos de un colegio que ya no significan lo mismo para él. Piensa que ese ya no es su sitio, que el pasado ya pasó. Está a punto de abandonarse e ir  a otro sitio buscando facilidades, que no son más que esconder un problema mediano en su bolsillo y comprobar como poco a poco va creciendo hasta que, aquello que no tenía demasiada importancia, urge.

Pero, por suerte, nuestro adolescente sigue en esos mismos pasillos con un ánimo diferente: va a empezar un nuevo ciclo”.

Desde nuestros inicios solemos buscar compañía, personas que nos respalden. Y
es que el ser humano tiene la necesidad de estar en grupo, en
sociedades. Nos necesitamos los unos a los otros. No tendríamos el mismo
potencial solo que acompañados. Por ejemplo: ¿Acaso hubiera podido
Felix Baumgartner batir ese récord el solo? ¿O es que no ha sido tan esencial en esa
hazaña todo su equipo? En definitiva, en nuestra vida necesitamos gente
en la que confiar.

Querido futuro habitante del planeta, de España, de Valencia o de donde sea,
cada cierto tiempo me tendrás aquí para continuar el cuento y con cada
entrega vendrá una moraleja en la que te explicaré algo del cuento,
te daré una pista con la que el camino de nuestro amigo hubiera sido más
fácil.

La moraleja es la siguiente : “Necesitamos personas que nos ayuden, no
nos podemos encerrar en nosotros mismos, debemos pedir ayuda a quién se
interesa por nosotros”.

0
0



Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

AlphaOmega Captcha Classica  –  Enter Security Code