ELEFANCÍA

Esta historia se remonta a los años de la curiosidad, ese tiempo donde los viajes eran verdaderas travesías y solo se conocía a los animales extranjeros por medio de habladurías. Esta es la historia de un elefante que se volvió un verdadero ídolo de masas de su época, el primer elefante en pisar suelo español.

El elefante en cuestión era conocido como “El Grande”, fue regalado a Carlos III en el siglo XVIII y fue traído en barco desde la India, aunque más concretamente desde Filipinas, que fue donde embarcó. El viaje fue una completa odisea de 7 meses, ya que tenían que estar completamente pendientes de él y no sabían qué podía pasar ya que, tener una criatura tan grande en el barco podía acarrear muchos problemas. Aún con la ayuda de dos marabares indios que eran los cuidadores del animal, fue una suerte que llegara porque los animales que se transportaban en barco en esa época solían morir antes de llegar a su destino.

En Julio de 1773, el elefante desembarcó en Cádiz y fue caminando junto a la tropa del rey y sus cuidadores hasta Madrid, recorriendo media España y por el camino ganándose el aprecio de todos los que lo veían. Para que el elefante no se cansara y llegara sano a Madrid, solo avanzaban en las horas de menos calor, recorriendo cada día unos 20 o 30 kilómetros. Los elefantes tienen una piel muy dura pero si llegan a tener una herida no suelen sobrevivir, por eso se le encomendó a un zapatero confeccionar unos botines con triple suela para proteger las patas del mamífero.

Imaginaos el espectáculo que se formó entre  los pueblerinos al irrumpir en su cotidiana vida, cuando un mensajero anunció la llegada de una enorme bestia, ya que nadie había visto un elefante antes. La gente se arremolinaba alrededor del animal y por miedo a que alguien resultara herido se endureció la tropa que escoltaba al elefante.

Tras 1000 kilómetros y  42 días y 35000 reales que costó el traslado, en la tarde del 26 de septiembre de 1773, llegó a la corte de Carlos III donde el rey decidió que no quería dejar encerrado al elefante y decidió exponerlo en sus jardines para que cualquiera lo viera. Era alimentado con frutas de clase alta de la época y coliflores, pero una vez que se encontraba mal, por algún motivo les pareció bien darle de beber vino lo cual no le sentó muy bien. Esa es solo una anécdota de las varias que tiene. Una vez cuando el elefante estaba en época de celo le dio un golpe tan fuerte a uno de sus dos cuidadores que el otro dimitió y se volvió a la India y está conservada la factura del transporte hasta el médico de pobre cuidador. Otra de sus aventuras sucedió cuando escapó de su recinto en el jardín y se perdió por los jardines de palacio, se guarda la factura de lo que se pagó a los que “capturaron” al elefante, el pago consistía en vino, pan y queso, o sea les dieron una merienda como agradecimiento.

El escape desembocó en la compra de unos grilletes que se le ponían en la pata al elefante, estos le hicieron una pequeña herida en la pata para la que mandaron a fabricar ungüentos de los que también se conserva la factura, por suerte sobrevivió a la herida.

Se volvió tan famoso entre la gente que le hacían coplas, pinturas, ponían su silueta en abanicos y hasta una obra de teatro. Tanta fue su fama que los intelectuales de la época se enfadaron porque un mísero elefante fuera más famoso que los científicos y los artistas. Esta fue una carta que se conserva en la que se puede leer una queja en verso.

Vino a Madrid señor el elefante,

escoltado del pueblo y de la Tropa,

paseaba las calles arrogante,

el suceso más grave de europa,

en Madrid no causara tanto ruido,

como atención un bruto ha merecido.


Elefantes sin tasa tuvimos que sufrir por varios modos.

En la conversación,en los apodos,

en cartas, en escritos publicados,

en sermones,en sainetes.

Plagados nos vimos al segundo o tercer dia, 

de enfermedad llamada Elefancía.

El elefante vivió hasta 1777 y no se sabe exactamente de qué murió, pero Carlos mandó disecarlo y gracias a eso su piel y su esqueleto están expuestos en el Museo Nacional de Ciencias Naturales.

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