Paradojas

Ponte en situación, eres un científico, y como profesional que se precie te gusta hacer experimentos. Ahora necesitas una pregunta a la que responder,  por ejemplo, ¿Podemos lograr que un objeto común sufra los efectos de la cuántica?

Imagina una caja cerrada, no podemos ver que pasa dentro de ninguna manera posible. Dentro de esta caja se encuentra un mecanismo que consta de cuatro partes; Un detector, un martillo, un frasco de veneno letal y ¡UN GATO! Colocamos una partícula, pero esta tiene 50% de probabilidades de desaparecer y otro 50% de quedarse en el detector. No es posible que sepamos el resultado sin mirar el detector antes, entonces la partícula está y no está en el detector al mismo tiempo. Si la partícula abandona el detector el martillo romperá el frasco de veneno y el gato morirá. Por el contrario si la partícula permanece en el detector, el gato seguirá vivo. En conclusión el gato está vivo y muerto al mismo tiempo.

Este fue un experimento mental (no real) realizado por el físico Erwin Schrödinger, una de las grandes mentes del siglo XX junto con Paul Dirac, Max Planck y Albert Einstein, del que os hablaremos en el siguiente artículo.

Esta paradoja condujo a dichas mentes a considerar la verdadera existencia de los universos paralelos, con una variación del experimento, pues ellos se preguntaban como sería estar en la piel del gato. El suicidio cuántico fue la respuesta a su pregunta. Éste fenómeno consiste en intentar suicidarnos con un arma que a la hora de apretar el gatillo tenga las mismas probabilidades de disparar la bala como de no hacerlo. A la hora de dispararnos, es la cuántica la que decidirá y por consecuente la probabilidad. Cada vez que lo hagamos obligaremos al universo a decidirse pero como es imposible, la realidad se dividirá en dos, una en la que morimos y otra en la que vivimos, de hecho, si disparáramos cien veces existiría una realidad donde nunca morimos.Existen infinitos universos con infinitas posibilidades.

Como ves, la ciencia, en ocasiones puede resultar “mágica”, pero no es más que la cruda realidad, donde gatos viven y mueren al mismo tiempo, y tú no eres más que uno entre un sin fin de tus versiones, incluso en alguna de ella eres el cantante de éxito del momento.

¿Se podría cambiar de realidad?

11
0



Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

AlphaOmega Captcha Classica  –  Enter Security Code