El pasado 23 de abril, los más jóvenes del colegio se reunieron en el claustro para celebrar el día del libro. Una jornada que estuvo marcada por numerosas representaciones de cuentos, tanto clásicos como surgidos de su propia imaginación, que sin duda lograron transmitir la importancia de la lectura y ayudarnos a comprender que ésta, podía ser amena y divertida.
Las actuaciones de los niños, a pesar de las deficiencias de sonido y la falta de infraestructuras, han conseguido entusiasmar a los impulsores y los receptores de este ambicioso proyecto, que ha obtenido una respuesta espectacular.
Para algunos de ellos, ha sido la primera vez en su vida que han escenificado una obra, cosa que les beneficiará en el futuro, haciéndoles perder el miedo a hablar en público y contagiándoles la afición de la lectura.
Este proyecto estuvo preparándose durante todo el curso. Los alumnos, fueron leyendo varios libros de libre elección y haciendo dibujos y resúmenes sobre ellos que entregaban al profesor. Estos trabajos fueron los que encontraron colgados el pasado lunes por la mañana, momento en el que vieron los frutos de su esfuerzo expuestos a todo el que lo quisiera.
“Es como un guiso”, dijo José Antonio Riquelme, profesor encargado de esta iniciativa, “cuantas más cosas buenas le pongas, más satisfactorio será el resultado.” No hay duda de que esta satisfacción de la que él hablaba se logró, ya que pusieron toda su ilusión, ganas y esfuerzo.
Pero no sólo esto se llevó a cabo, pues algunos alumnos de bachiller aprovecharon la ocasión para exponer su proyecto de crear un plan lector en secundaria, haciendo una lectura compartida de algunos cuentos de Eloy Moreno, que todos pudimos disfrutar.
¿Será esta una nueva generación de escritores? Sólo el tiempo lo dirá, de lo que no hay duda es de que estos niños han comenzado un efecto dominó que contagiará a todos su pasión por la lectura.
