¿Qué es ser un “bicho raro”? o mejor dicho, ¿qué es ser una persona normal?.
Según la RAE encontramos varios sinónimos para la palabra “normal”. Corriente, común, frecuente, acostumbrado, habitual o vulgar son algunos de los ejemplos que podemos encontrar. Estamos hablando entonces de una palabra que representa algo que estamos tan acostumbrados a ver que ha perdido su valor, algo que con el tiempo se ha vuelto vulgar. Pero cuando utilizas el adjetivo “normal” con las personas parece que el significado cambia por completo (aunque en el fondo siga diciendo lo mismo).
“Es una persona, ¿cómo te diría yo?…, muy normal”. En está frase, el receptor entenderá que la persona en cuestión es como él, y por tanto se sentirá alagado, pero no debería. Cuando el apelativo “normal” se utiliza para engrandecer a alguien, en lugar de para desprestigiarlo, estamos proclamando la uniformidad y la semejanza como máximas virtudes. (…) Nos referimos pues al individuo que no destaca para bien ni para mal (…) alguien perfectamente intercambiable por cualquier otro, un miembro anónimo de la mayoría…”
Desde pequeños nuestras familias, profesores, amigos y demás nos inculcan, de manera totalmente inconsciente, un miedo irracional a ser diferente. Debemos encajar en el rebaño, en las costumbres, debemos atenernos a una serie de comportamientos aceptados por el uso común en nuestra sociedad… debemos ser como los demás.
Y lo somos. Vestimentas, valores, aficiones, maneras de pensar, comportamientos… Aunque no nos demos cuenta somos como los demás porque tememos no serlo. Tenemos miedo a no encajar. Preferimos la seguridad del grupo. Preferimos no ser libres y estar arropados. Y no solo eso, sino que, además, el distinto es nuestro enemigo. Las personas “normales” que se atienen a lo establecido y que están cómodas viviendo en la multitud temen que alguien diferente a ella la influya y la cambie para siempre. “Todo lo raro, o sea, lo escaso y valioso dispara enseguida la sospecha del individuo normal”. Condenado a muerte por influir en los jóvenes atenieses, trastornando en gran medida el orden social y los valores morales ya establecidos, el mismo Sócrates es un ejemplo de “bicho raro”, y su muerte un ejemplo del temor que infunden éstos a las personas “normales”. Como cantaba Jim Morrison: “Las personas son extrañas cuando tú eres un extraño, las caras parecen feas cuando tú estás solo…”
La suerte es que ,como todos los miedos, el temor a no encajar se puede superar sin dificultad. Pero para superarlo hay que querer hacerlo, y aquí es donde está la parte difícil. No todo el mundo quiere libertad, la libertad que te proporciona conocer quién eres en realidad y ser tú mismo, porque ,aunque sea un camino abierto hasta el infinito y hasta la verdad, los primeros tramos son estrechas y oscuras sendas rodeadas de zarzas y espinas que ,en comparación con la comodísima, ancha y corta senda que te da el ser una persona “normal”, son sendas poco deseables en un principio.
Este texto es una llamada a todos vosotros, sacad esos “bichos raros” que tanto necesitamos. Como decía Aldous Huxley: “Las personas debemos el progreso a los insatisfechos.”, debemos el progreso a todas esas personas insatisfechas con el camino otorgado que decidieron seguir su propio camino para encontrar la verdad.
Buscad quienes sois en realidad. Leed, investigad, pensad, extraed de cada persona real o ficticia, de cada momento, de cada idea, de cada libro, palabra o situación, los valores e ideales que se conviertan en vosotros. Y cuando os encontréis, haceros un favor a vosotros mismos y a los demás, quitaros vuestras pesadas corazas y mostradnos a todos, sin temor, el “bicho raro” que sois en realidad. No tengáis miedo de la sociedad, ella os teme mucho más a vosotros que vosotros a ella.
"Anímese a ser resueltamente anormal, un poco raro, hágame el favor. Le bastará con ser usted mismo". -Tantos (Tontos) Tópicos, El ideal del mediocre (Aurelio Arteta)-
Pensad en 8
The Doors – People are Strange
